Así se hizo la cubierta del Vol. 2 “Agua”

Lo mejor de Jon Cazenave

Jon Cazenave, Ice, Soil, Light & Silence (2023).

El Vol. 2 “Agua” de Transfiguración tiene un aura especial gracias a Jon Cazenave. Fotógrafo premiado y reconocido internacionalmente, ha realizado una serie de cianotipias que no pasaron desapercibidas a nuestro editor gráfico Javier Viver. Tenemos el honor de contar con una de ellas, titulada Ice, Soil, Light & Silence (2023), para nuestra cubierta.

¿Qué es una cianotipia? Este procedi­miento consiste en mezclar unos compuestos químicos sobre un soporte (papel o tela, generalmente), exponiéndolo a la luz solar. Así se obtiene una imagen que se fija con un baño de agua. En este proceso, el hierro de los compuestos químicos, expuesto a los rayos ultravio­letas, se transforma en formas azules.

Lo genésico se deshumaniza: el artista da un paso atrás al realizar estas imágenes. Coloca el papel en la orilla de la playa dejando a las olas, la arena, la sal y la emulsión férrica el mayor peso del gesto en la intervención. Usa un papel Washi, donde convergen formas que son desveladas a partir de la emulsión y la oscilación del mar. Como escribe el poeta y pintor Hans Arp, ‘cielo y tierra se penetran’ y, golpeado por el vaivén del oleaje, ‘el azul florece y marchita, para volver a florecer’. En las cianotipias se registran algunas de las infinitas variaciones de un acto genésico que ya no es uterino, geológico o titánico. Es el fascinante reconfigurarse en formas infinitas, como el mito el nacimiento de Venus en la espuma.

Cazenave elimina la distancia romántica del hombre frente a la naturaleza. Concede a los elementos naturales —fuego, aire, tierra, aire— la posibilidad de generar sus propias formas y texturas. El resultado de la cianotipia es irreversible, y recupera esa potencia de la experiencia sensible que ofrece el contacto con el territorio. Es una especie de anti-Land-Art, donde el fotógrafo evita la transformación del entorno en favor de su revela­ción. Las montañas blancas y azules, los glaciares, las olas o los motivos arbóreos que construyen el paisaje adquieren protagonismo individual, al igual que lo hacían las piedras o los surcos; una manera de mostrar el lugar como poseedor de sustancialidad, como una parte de la realidad más amplia y profunda que su representación.

En la gradación cromática de la cianotipia se conforma el azul que se abre a la inmensidad oceánica retomando la idea del paisaje. Este trabajo es la experiencia de un encuentro con el mar, y la obra es su huella.

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“Pasan tus aguas”